lunes, 30 de marzo de 2015

EMPRESAS PRIMARIAS VERSUS EMPRESAS COMPETITIVAS.

En las lecturas correspondientes al presente resumen se intenta definir los grupos o empresas naturales, yo diría primarios, los que son poco eficaces en el mercado y en la sociedad, y los grupos sofisticados de trabajo, los que son competitivos, así como ofrecer una forma de transición de unos a otros.
Los grupos primarios o naturales los hay de varios tipos:
  • De ataque-fuga: son grupos instintivos y se caracterizan por la agresividad. Se mueven en función de la existencia de enemigos internos y externos.
  • De dependencia: existe una ideología y un líder que arrastra al grupo. En estos grupos la ideología es inmutable, existe gran resistencia al cambio y a quien se sacrifica es al líder al servicio de la ideología.
  • De emparejamiento: cuando dos miembros del grupo se emparejan y aislan del mismo movidos por una ideología.

Para pasar de un grupo natural a un grupo sofisticado de trabajo (modelo de desarrollo) hay que trabajárselo formando a todos los miembros tanto en el rol de director del grupo como en el de observador del mismo y así evitar ser un grupo de dependencia. Éste proceso requiere dos condiciones mínimas: un conocimiento mútuo entre los miembros del grupo fomentando la transparencia y la existencia de información tanto oral como escrita.
Llegar a ser un grupo sofisticado de trabajo significa que en el grupo existe respeto mútuo, que es constructivo y positivo, que es consciente de sus propios límites, donde no se convence con la fuerza sino con la razón y los hechos, donde las decisiones se toman en grupo y donde existe una planificación de acciones futuras que garantizan su continuidad.

Es habitual encontrarse con empresas o grupos caracterizados por elementos del grupo natural de dependencia. Existen dos formas de dependencia en este tipo de grupos, por un lado cuando existe una relación emocional con los superiores donde existen vinculaciones entre personas y por otro cuando el directivo se caracteriza por una fuerte inseguridad lo que conlleva a que éste presente una imagen de seguridad falsa al exterior y el grupo o empresa se mueva en un plano de prepotencia.
En suma, el grupo natural de dependencia se caracteriza por una fuerte fragmentación y jerarquización, se le da más importancia al hacer (imagen) que al saber hacer (aprendizaje, práctica y formación), prima la culpa respecto a las tareas sobre la responsabilidad hacia ellas, los resultados y beneficios están por encima de todo (incluso por encima de la calidad y el cliente), se mueve en un plano de prepotencia que conlleva a vivir en un mundo imaginario donde no existe conexión con la realidad exterior.
En la otra cara de la moneda está el modelo de desarrollo. Éste se basa, por un lado, en la responsabilidad hacia el cliente externo, el que consume los servicios o productos, y hacia el cliente interno, la plantilla de la empresa o los miembros del grupo. Que exista responsabilidad hacia el cliente interno y durante el proceso de elaboración del producto o servicio requiere la existencia de una buena intercomunicación interna, sólo así es posible la calidad total (en el proceso y en el resultado final). Por otro lado, al principio ya hemos hecho referencia a que el modelo de desarrollo, en el que se fundamenta el grupo sofisticado de trabajo, se basa en un aprendizaje permanente y una intercomunicación interna y externa.
En terminos de competitividad empresarial, cuando una empresa se centra en la responsabilidad hacia los clientes y en el aprendizaje continuo para la mejora de sus servicios y todo ello en base a una intercomunicación eficaz, se trata de una empresa con continuidad en el tiempo.
El esfuerzo radica en pasar de ser una empresa de dependencia a una empresa basada en el modelo de desarrollo. Este proceso requiere aprender a analizar para poder planificar acciones futuras, a hacer partícipes a todos los integrantes en la toma de decisiones y concebir calidad y cliente como razones fundamentales de competitividad. Por último, la empresa competitiva necesita de un sentido (visión, misión y valores) para fomentar la integración de sus miembros y el sentido de pertenencia de tal forma que éstos actúen en función del sentido que les mueve (eficacia).